Ofson y Ojusson celebran a Mozart

Algunas iniciativas internacionales consideran que el 21 de junio es el día idóneo para celebrar la música como un elemento insustituible de la humanidad. Cientos de culturas y, quizás, miles de festividades, tienen al 21 de junio (solsticio de verano) como un hito. El día más largo del año se convierte en un antes y un después que redefine y ratifica la vida en todos sus aspectos, desde la cosecha hasta las relaciones con el cosmos; la fertilidad humana y de las especies que representan el entorno donde los humanos habitan y desde donde encaran el universo. Sobra decir que la mayoría de estas celebraciones son, en su origen, de carácter religioso o místico, pero la necesidad de celebrar la vida en todo momento es una propiedad del ser humano y para ello busca cada resquicio que el acontecer diario le provea o, en caso contrario, lo crea él mismo. Este día, en que el astro de astros permanece por más tiempo sobre nosotros, parecería un saludo del cosmos con el que nos toma en cuenta en nuestra pequeñez y nos regala un ciclo mínimo, en donde la luz permanece más que la oscuridad. Celebrar la música además de la vida y la luz mismas, serviría  -creemos- para traer de nuevo a la mesa de las reflexiones la necesidad del arte como una práctica, sin la cual el mundo difícilmente alcanzará lo que llamamos futuro. Digamos ¡salud! por la música y por sus elegantes misterios.A esta confluencia de celebraciones se agrega en 2006 el aniversario 250 del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y la Orquesta Filarmónica de Sonora se une con entusiasmo para rendirle homenaje. Pero, ¿qué nos pide la música de Mozart? Sin duda, reflexionar y actuar: escucharlo con todo nuestro cuidado para, en el mejor de los casos, llegar a entender una fracción de su mensaje. Y Mozart, ¿necesitará de nuestras celebraciones? Nosotros lo necesitamos y esta fiesta es una oportunidad de aproximación a su música que, como espejo hacia nuestro interior, ayude a reconocernos y nos impulse a alcanzar realizaciones diversas. Las imágenes que de Mozart se construyeron tras la Segunda Guerra Mundial eran felices: el contexto entonces requería armonía y felicidad radiantes. Hoy nos sorprendemos de saber que, ese genio que murió a los 35 años,  representa con su obra el paradigma de la belleza en occidente y uno de los repertorios más dramáticos, en cuyas notas musicales podemos llegar a vislumbrar los más profundos secretos del amor y la muerte, de la tragedia y la felicidad. Durante este junio que ya se despide, te invitamos a compartir con nosotros esta agenda de conciertos que las Orquestas Filarmónica de Sonora (Ofson) y Juvenil Sinfónica de Sonora (Ojusson), ofrecerán en las siguientes fechas: JUNIO, Hermosillo*Miércoles 21, a las 20:00 horas, en el Teatro de la Ciudad (Ofson);*Sábado 24, a las 20:00 horas, en la Plaza de la Candelaria, Villa de Seris (Ojuson);*Domingo 25, a las 20:00 horas, en el Teatro Auditorio Cobach (Ofson), y*Miércoles 28, a las 19:00 horas, el Teatro Auditorio Cobach (Ojusson) 

Nota: Responsables de los textos, Ricardo León y Alejandro Barceló, Orquesta Filarmónica de Sonora